El proyecto
"Quería recuperar la serenidad que encontramos en Bélgica y darle un toque más contemporáneo. Por eso, los acabados (en Ámsterdam) son un poco más duros, un poco más modernos, un poco más nítidos".
"Llevo bastante tiempo trabajando con productos Corston", explica Holly, "y había un acabado en particular que me parecía perfecto para el pied-à-terre. Se trata del acabado en bronce, porque tiene esa masculinidad y la suavidad del material, y ese tono ligeramente negro".
"También necesitábamos causar un gran impacto en un espacio muy pequeño", dice Kate. "Para la iluminación, utilizamos vidrio acanalado que imitaba la madera de las estanterías, por ejemplo".
"Los toques finales, como los enchufes, que están a la vista, se suelen pasar por alto", añade Holly.
"En ese proceso intencionado de incorporar los detalles adecuados en el contexto de un espacio reducido, era muy importante seleccionar el acabado adecuado".